El
día 25 de abril, se ha realizado en los antiguos campos de combate de la
península de Gallipoli, en el estrecho de los Dardanelos en Turquía, la
conmemoración del inicio de la trágica campaña del ejército Aliado en la
Primera Guerra Mundial. Representantes de Turquía, del Reino Unido, de
Australia, Nueva Zelanda y de la India se han reunido para rendir homenaje a
los muertos que cayeron combatiendo con gran valentía en ambos lados.
La
campaña de Gallipoli duró desde el 25 de abril de 1915, en que se produjo el
primer desembarco de las tropas aliadas, hasta enero de 1916. Las batallas
fueron sangrientas. Terminó combatiéndose en una guerra feroz de trincheras al
igual que en el frente occidental. La artillería turca ayudada por minas había
impedido la entrada de los barcos aliados por los estrechos de los Dardanelos
desde febrero de 1915, hundiendo varios acorazados británicos. La aventura
resultó finalmente en una derrota para los aliados, quienes tuvieron que
retirar sus tropas sin lograr concretar su objetivo principal. Sus pérdidas
fueron de más de 44,000 muertos y 97,000 heridos y la de los turcos en más de
86.000 muertos y 164,000 heridos.
Los
planificadores franco-británicos tenían como objetivos, primero, forzar la entrada
por el estrecho de los Dardanelos al Mar Negro para abastecer a los rusos de
pertrechos militares y permitirles continuar su ofensiva contra las tropas
alemanas en el frente oriental; segundo, desembarcar en Gallipoli y presionar
por tierra hasta llegar a tomar Constantinopla (Istanbul) y tercero, obligar a los
turcos a retirar tropas del frente de Palestina para permitir a los aliados
avanzar en ese teatro de guerra.
Los
sionistas judíos de Eretz Israel habían tratado de apoyar a la causa de los
aliados con el fin de acelerar la salida de los turcos de los territorios que
dominaban en el Cercano Oriente para lograr acercar el momento de la formación
de un estado judío independiente en Palestina. Los turcos reaccionaron a los
intentos en Palestina con fuerza contra los judíos, lo que obligó a muchos a
huir a Alejandría, donde se calcula llegaron unos 11,000 refugiados judíos, 2/3
de ellos de habla rusa y el resto de ellos eran Sefardim, escapados de
Palestina y de otros lugares.
En
Egipto se realizaron aproximaciones al comando militar británico ofreciendo
formar un contingente militar judío que participaría en las campañas de los
aliados con la condición de que formaran una unidad militar propia.
En
Alejandría se encontraron Ze'ev Jabotinsky y Joseph Trumpeldor. El 3 de marzo
de 1915 ellos se reunieron en el apartamento de Mordechai Margolin para
discutir la iniciativa de una Legión Judía con el médico Victor Gluskin de la
Asociación de Productores de Vino de Rishon Le Zion, G. Kaplan, un hombre de
negocios norteamericano, Z. D. Levontin del Anglo-Palestine Bank y Akiva
Ettinger, un agrónomo. Con cinco votos a favor, dos en contra y una abstención
se decidió ir adelante. Doscientos judíos se congregaron y tras un apasionado discurso
de Jabotinsky 180 firmaron inmediatamente de voluntarios al futuro cuerpo
militar judío.
Con
un mes de entrenamiento, en que participaron como instructores algunos ex
soldados judíos rusos, se formó adscrito al Ejército Británico, el Cuerpo de
los Muleros de Sión con 650 soldados, de los cuales 562 fueron enviados a
Gallipoli. Ellos llegaron al frente con fusiles y bayonetas, pero su función
después del desembarco en Gallipoli, sería la de transportar con sus mulas
pertrechos, alimentos y municiones desde la playa de desembarco hasta las
trincheras del frente tierra adentro. Avanzando a campo traviesa bajo intenso fuego
de artillería, ametralladoras, morteros y fusilería de los turcos, los Muleros
de Sión se desempeñaron con valentía y sin temor.
Aprovecharon
del viaje de regreso desde las trincheras de primera línea para transportar
heridos a los hospitales de campaña y en una ocasión dejaron de lado sus mulas
para reforzar un ataque contra los turcos, que cambió el tenor de ese encuentro
a favor de los aliados.
El
Teniente Coronel John Henry Patterson fue designado el oficial a cargo del
contingente. Él era un veterano de la guerra Boer, nacido en Irlanda y pronto
se identificó con sus soldados, tomando el lado de ellos no sólo en batalla
sino luego en la paz, en la lucha por conseguirles beneficios iguales a los de
los soldados británicos, que se les querían negar. Siguió luego al frente de la
Legión Judía en la campaña de Palestina.
Joseph
Trumpeldor fue el segundo en comando y fue herido en combate en el hombro. El
Legendario Capitán Joseph Trumpeldor había nacido en Pyatigorsk en el Cáucaso
en 1880 y había perdido un brazo en la lucha por Puerto Arturo en la guerra
ruso-japonesa.
El
Zion Mule Corps, que era su denominación oficial, se constituyó en marzo de
1915 como la primera fuerza regular judía que tenía un emblema y bandera
distintivos judíos, desde la rebelión de Bar Kojba 1,781 años. Antes de salir
al campo de batalla el Gran Rabino Profesor Rafael de la Pérgola, los bendijo
en Alejandría y se leyó ante ellos un telegrama de corte intensamente sionista
enviado por el escritor judío británico Israel Zangwill. Cuando Jabotinski los
vio marchar se horrorizó diciendo que marchaban como gansos. Trumpeldor
contestó con su siempre famoso dicho «ein davar».
El
Coronel Patterson invitó a las tropas reunidas a «Rezar conmigo para que yo, no
como Moisés, pueda ver a Canaan sólo desde lejos, sino que me sea divinamente
permitido conducirlos hacia la Tierra Prometida.»
En
total murieron 17 de los miembros del grupo y muchos quedaron heridos.
Al
abandonar el campo de batalla las fuerzas aliadas, en su retirada, los hombres
del Cuerpo de Muleros de Sión sacrificaron a sus compañeros de combate, sus mulas,
cortándoles la yugular según el rito judío. Algunos de los sobrevivientes se
enrolaron, luego de la campaña de Gallipoli, en las fuerzas regulares
británicas y ellos, con el tiempo, llegaron a ser el grupo central que conformó
al ejército de Israel.
El
General Sir Ian Hamilton, Comandante en Jefe de las Fuerzas Expedicionarias
Británicas en los Dardanelos escribiría luego en su diario:
«Tengo
aquí, luchando bajo mis órdenes, una unidad puramente judía, los Zion Mule
Corps. Hasta donde yo sé, esta es la primera vez en la historia de la era
cristiana que una cosa así haya sucedido. Ellos han demostrado gran coraje
llevando pertrechos hasta la línea de combate bajo fuego intenso y probaron ser
invaluables para nosotros».
En
Gallipoli terminó la percepción de la invencibilidad del Imperio británico.
Hamilton
fracasó en Gallipoli, igualmente el Lord del Almirantazgo Fisher y el Primer
Ministro Winston Churchill. Todos fueron reemplazados. La estrella del general
turco Mustafá Kemal comenzó a crecer, hasta alcanzar niveles históricos mayores
en años posteriores. Los rusos con el Mar Báltico y el Mar Negro cerrados a la
recepción de equipos militares, no resistieron a los alemanes y la revolución
rusa subsiguiente cambiaría el panorama de Rusia y del mundo. Los judíos se
sintieron capaces de combatir, adquirieron confianza militar y de allí surgió
su resistencia armada a los árabes y a los británicos, que finalmente llegó a
producir el Estado de Israel. Después de Gallipoli, el mundo sería diferente.